domingo, 14 de diciembre de 2014

¿Qué tal?


Hola, ¿cómo les va? Yo estoy bien, aquí. Tranquilo.

Hace mucho tiempo que no escribo en el blog, y me da un poco de pena su estado de semiabandono. En alguna ocasión se me han ocurrido temas sobre los que sentar opinología, pero finalmente ha vencido la pereza. Quizás haya sido culpa de la música, que me ha tenido absorto casi un año, en especial en los últimos tiempos, inmovilizándome la verborrea. 

Sold out

Como los artistas de postín (esos personajes oscuros que nos encontramos de cuando en cuando, y de los que no solemos volver a tener noticia, gentes misteriosas y especiales que nos aseguran que pintan, escriben, componen, actúan, etc.) a mí me ha dado ahora por la música, después de haberle metido a la pintura y la escritura.

De esa nueva pasión diletante han surgido dos discos que ya están colgados en mi bandcamp (pueden descargarlos poniendo 0€ cuando salga la opción de pagar. También pueden pagar, pero si lo hacen paguen mucho, porque si no, menuda mierda ¿no? – “tienes 1,5 euros en tu cuenta”) Son dos discos aberrantes, totalmente geniales, demasiado buenos para esta época y por esa razón muy malos, impertinentes.

Me he dado muchísimo gusto haciéndolos, como cada vez que me meto en algo en lo que no tengo ni idea a sacar un producto trabajoso y gratuito, destinado (en principio) al fracaso. Que luego las cosas tomen rumbo propio y Emilio Estefan me cubra de dólares, me den el Nóbel de literatura o se edifique mi museo- fundación en Las Palmas cuando triunfe Podemos no quitará jamás que lo que más me gusta es hacer las cosas por la cara; hacerlas y hacerlas visibles al resto, para que las disfruten, las denosten o las ignoren.

Asesinando a gusto

Ahora me ha dado por pescar, y aunque eso no se considere una de las Bellas Artes, tiene su cosa. Además, se puede vivir de ello, en el sentido más literal (te comes los pescaos) Pesco porque como algunos saben estoy viviendo hasta abril en Marazul, una urbanización privada cerca de Playa San Juan, en Tenerife, trabajando como asistente del famoso pintor austríaco Arnulf Rainer. Ya contaré más cosas de esto, porque habrá que contar, cuando llegue el momento.

Volveremos a Berlín en mayo, y más tarde regresaremos a Canarias para estar un año viviendo en Las Palmas. Un año o quién sabe si más. Habrá que tomarle con savoir faire la temperatura a la isla- en la que no he vivido durante largos periodos desde el año 98- porque si bien es cierto que estoy bastante hasta los cojones de Berlín y sus modernitos, aún no voy a cortar lazos con la ciudad, y seguiré manteniendo mi piso de Prenzlauer Berg por si las moscas.

Más cosas. ¿Podemos?

De compadreo en Unter den Linden

O sea… de modo que me he pasado cerca de siete años hablando de las más diversas rojeces y progresías en este blog ¿y resulta que, en el momento de la verdad, en el tiempo clave en el que surge un partido político progresista con vocación de mayorías en España (milagro de Dios) no digo nada? Así ha sido, y por desgracia, ahora mismo tendría demasiado que decir. Quizás la próxima vez.

Y ustedes ¿qué tal?